Malpaís otra vez.

¡Magnífico!. Así me pareció el concierto del Grupo Malpaís anoche en la antigua Aduana. No pretendo entrar en los laberintos técnicos para hacer una rigurosa crítica, no tengo conocimientos para hacerlo, dejo a los “entendidos” señalar las manchas o las faltas de la logística. De mi lado el caso es que las cosas positivas fueron inmensamente suficientes como para obviar lo demás y es lo que no quiero dejar de expresar. El local estaba colmado de un público leal e insaciable que provocó el regreso de los músicos al escenario dos veces después de despedirse y fueron tan amables y agradecidos que siguieron desgranando notas para complacer a su público. Fueron dos horas de verdadera complicidad, de la que participé a gusto y salí más que complacido.